Sábado por la mañana. Me despierto sin resaca. Tampoco bebimos mucho anoche. No hay nadie en la casa, que raro. Voy a la cocina, veo la olla y la destapo: lentejas recien hechas. Me hago un zumo de naranja. Me asomo por la ventana: la calle está desierta, pero se oye a lo lejos un murmullo gutural de cientos de gargantas ¿habrá empezado ya el holocausto zombie? No creo, será el viento. Voy al ordenador, me meto en internet. Ningún post nuevo en el Eguren Blog. KamiKaze está en Nueva York (o eso dijo) y Ferrus lleva desde el miércoles desaparcido. Mejor hablamos de cosas más importantes:
- Kamandi 2 (Jack Kirby). Por fin salió el segundo número de Kamandi, las aventuras
de el último superviviente humano en una tierra post-apocalíptica en la que los animales han ganado inteligencia y los humanos la han perdido. Partiendo de influencias como El planeta de los simios, Kirby crea un mundo mucho más complejo y espectacular. En este número aparecen nuevas criaturas: mutantes, germenes, murciélagos, insectos gigantes, serpientes, tigres piratas traficantes... Tras una carrera muerte a lomos de un saltamontes, Kirby viaja a Washington, descubrimos la verdad detrás del desastre que dejó a la humanidad en ese estado y veremos que la Historia se repite, como decían los Reincidentes. Las matemáticas no fallan: Ciencia-ficción + imaginación + dibujos poderoros = Kirby. Mi nota: 4,5
- Blankets (Craig Thomson). Y ahora un tebeo
completamente diferente. Blankets es uno de esas obras que de vez en cuando aparecen y revolucionan el mundo del cómic, se llevan todos los premios y todo el mundo habla de ello. Y esta vez no es para menos. En las casi 600 páginas que tiene este tomo autobiográfico, Thompson, con su bonito dibujo de estilo sencillo y su narrativa a prueba de bombas, nos desnuda su alma contándonos sus pensamientos y sentimientos más íntimos de su infancia y adolescencia. Criado en un ambiente de ferrea moral católica en Wisconsin, Thomson vive una represión de la que sólo puede escapar gracias a sus dibujos y su imaginación, con la complicidad de su hermano pequeño. Cuando crece, y gracias al amor, algunos de los cimientos en los que sus mayores habían basado su educación empiezan a tambalearse y a perder peso en beneficio de sus propios pensamientos y filosofía. Aunque claro, siempre hay gente ciega que ve pornografía donde lo que hay es poesía en viñetas. Una slide of life que desprende sinceridad en cada página. Aunque es un tochazo, se lee de un tirón. Aquí podéis leer unas cuantas páginas en inglés. Mi nota: 4,5
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