Anoche tuve este sueño que os va a dejar haciendo pompas:
Estaba en el Carrefur del barrio con uno de los eguren (pero no sé muy bien si era KamiKaze o Javi Rotten, creo que era una cosa intermitente) comprando, cuando de repente vemos a los de Muchachada Nui que estaban rodando un skecht. Estaban disfrazados de una mezcla entre jipis y paletos estadounidenses sureños (un poco como los Allman Brothers o así). Joaquín Reyes hacía de madre gorda, Raul Cimas de padre gordo, Julián López de niño gordo con cara de cerdo y Carlos Areces de niña gorda con cara de cerdo.
Nos acercamos a ellos y les hablamos:
-¿Qué hacéis?- Pregunté yo.
-Estamos rodando un sketch sobre la Familia Cody- Nos respondió Joaquín Reyes. (Inciso: He buscado en Google "familia Cody" y lo primero que sale es la entrada para la Wikipedia en español de Buffalo Bill; también busqué "Cody family" y tampoco encontré nada interesante. Creo que mi subconsciente me ha traicionado, confundiendo el nombre de la familia Kelly, pero vete a saber...).
-Pero... ¿esos no eran quince?- replicó raudo KamiKaze o Javi Rotten.
En esto que siguen rodando el sketch, en el que los padres acarician a sus hijos cerdos, que están a cuatro patas y gruñen como gorrinos.
-¡Pobrecicos mis hijos, que me han nacido cerdos!- Se lamenta la madre.
Se caen todos al suelo y yo me despierto.
3 comentarios:
Evidentemente, es una apologia que sigues haciendo de tu infancia, la cual se va repitiendo en numerosos sueños y sigues empecinando en no perderla. Tu ansia por convertirte en un actor de muchachada nui, te hace insistir en buscar algun sitio donde te acepten como actor o estrella del rock. En una busqueda de que quieres convertirte en adulto pero tu interior nunca te va dejar conseguirlo.
Yo no quiero ser actor, que me da mucha vergüenza!!
Al contrario de lo que dice el sagaz de ferrus considero que lo tuyo es un problema de la infancia: adolescente acomplejado que…, eso sin contar que quisieras ser una estrella de rock con vinilos coloreados con bonitas amebas de retorcidas formas de dudoso gusto y chicas jadeantes aterciopeladas de uñas largas y negras sobándote la entrepierna guitarrera después de lanzarte encima del publico como haría un héroe silenciado. Desde la montaña.
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