Texto de animalweb
"Nada en la fiesta brava es genuino, sólo el dolor de un ser viviente.
El torero se cree un valiente pero no lo es; es sólo un cobarde asesino
24 Horas antes de entrar en la arena, el toro ha sido sometido a un encierro a oscuras para que al soltarlo, la luz y los gritos de los espectadores lo aterren y trate de huir saltando las barreras, lo que produce la imagen en el público, de que el toro es feroz, pero la condición natural del toro es huir NO atacar.
También se le han recortado los cuernos para proteger al "valiente" torero. Le colgaron sacos de arena en el cuello durante horas.
Lo golpearon en los testículos y los riñones.
Le indujeron diarrea al poner sulfatos en el agua que bebió.
Todo esto es con el fin de que llegue débil al ruedo y en completo desorden.
Se le ha untado grasa en los ojos para dificultar su visión.
En las patas se le puso una sustancia que le produce ardor y le impide mantenerse quieto, así el torero no desluce su actuación.
El valiente torero es sólo un asesino sádico
Los caballos de los picadores
Se eligen caballos que ya no tienen valor comercial, ya que el animal muere trás 3 o 4 corridas a lo mucho, es muy habitual que el animal sufra quebraduras múltiples de costillas o destripamientos.
Se les pone un peto, para simular que se les protege, pero en realidad se trata de que el público no vea las heridas en el caballo que con frecuencia presentan exposición de vísceras.
El trabajo del picador
Si el cobarde torero percibe que el toro embiste con mucha energía, ordena al picador criminal hacer su trabajo: Consistente en desangrar al toro para debilitarlo, clavándole en el lomo una lanza que destroza sus músculos (trapecio, romboide, espinoso y semiespinoso, serratos y transversos de cuello) Lesionando además, vasos sanguíneos y nervios.
Esto es para que el torero pueda brindar la expresión artística que se supone debe tener este criminal espectáculo.
Un solo puyazo podría destrozar al toro, por eso se hace en tres tiempos “para mayor goce de la sádica afición.”
Las banderillas
Las banderillas aseguran que la hemorragia sea constante; se intenta clavarlas justo en el mismo sitio, ya dañado con los ganchos de metal.
El gancho se mueve dentro de la herida con cada movimiento del toro y con el roce de la muleta, el peso de las banderillas tiene precisamente esa función.
Algunas banderillas tienen un arpón de 8 cms, y se les llama “de castigo”, a las cuales es sometido el toro cuando ha logrado evadir la lanza del picador.
Las banderillas prolongan el desgarre y ahondamiento de las heridas internas. No hay límite al número de banderillazos: tantos como sean necesarios para desgarrar los tejidos y piel del toro.
Es necesario debilitarlo para que el asesino realice su labor ante los sádicos que observan. La pérdida de sangre y las heridas en la espina dorsal impiden que el toro levante la cabeza de manera normal, está débil y casi ciego, ahora es cuando el "cobarde y sádico" torero puede acercarse.
Con el toro ya cerca del agotamiento, el torero no se preocupa ya del peligro y se puede dar el lujo de retirarse del toro después de un pase especialmente "artístico", echando fuera el pecho y pavoneándose al recibir los aplausos del público enfermo. Cuando el toro alcanza este estado lastimero, el matador entra en el ruedo en una celebración de bravura y machismo, a enfrentarse a un toro exhausto, moribundo y confundido
La Espada del Asesino
El toro es atravesado con una ESPADA de 80 cms de longitud, que puede destrozarle el hígado, los pulmones, la pleura, etc., según el lugar por donde penetre en el cuerpo del animal; de hecho, cuando destroza la gran arteria, el toro agoniza con enormes vómitos de sangre.
A la hora de matar, si el toro corre con un poco de suerte muere de una estocada, pero no como se piensa de una estocada al corazón si no que la espada penetra pulmones y diafragma, a veces una arteria mayor, y de ahí la hemorragia que se aprecia del hocico y de la boca.
A veces mueren ahogados en su propia sangre El toro, en un intento desesperado por sobrevivir, se resiste a caer, y suele encaminarse penosamente hacia la puerta por la que lo hicieron entrar, buscando una salida a tanto maltrato y dolor.
Pero entonces lo apuñalan en la nuca con el DESCABELLO, otra larga espada que termina en una cuchilla de 10 cms.
A pesar de estos terribles tormentos, el animal no suele morir de inmediato por su gran fuerza, pero finalmente cae al suelo, porque la espada a ido destrozando sus órganos internos. La tortura continúa Los asesinos no están satisfechos Lo 'rematan' con la PUNTILLA de 10 cms. con lo que intentan seccionarle la médula espinal, a la altura de las vértebras 'atlas' y 'axis'.
El toro queda así paralizado, sin poder siquiera realizar movimientos con los músculos respiratorios, por lo que muere por asfixia, muchas veces ahogado en su propia sangre, que le sale a borbotones por la boca y la nariz.
El Arrastre
DESPUÉS QUE LE DESTROZAN LAS VÉRTEBRAS, EL TORO PIERDE EL CONTROL SOBRE SU CUERPO DESDE EL CUELLO HACIA ABAJO, SIN EMBARGO HACIA ARRIBA SE MANTIENE INTACTO, POR LO QUE ESTA CONCIENTE DE TODO EL HORROR Y DE CÓMO ES ARRASTRADO FUERA DEL RUEDO."
martes, abril 28, 2009
Semana Antitaurina: La Ciencia de la Tortura
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2 comentarios:
Olé, Ferrus!!
Muerte a los toreros!!
Antitaurino suempre!!!
Hola Ferrus:
Me he permitido utilizar este estupendo trabajo tuyo en mi última PARIDA http://femilia.blogspot.com/2010/08/cataluna-y-los-toros.html
Saludos
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