Entrega cuádruple la de hoy, dedicada a David, con el que hace poco estuve hablando de este mismo cómic... ¡y me dijo que a él le gustaba!
Bufff, vaya curre que me pegué... pero mereció la pena, porque me quedó de puta madre. Son evidentes en este cómic las influencias del underground nacional: Azagra, Max, Ivá, Gallardo y Mediavilla, con alguna viñeta fusilada. Me mola la referencia final al programa de vídeos de Arús, al que siempre he odiado. El día que leyeron esta obra de arte mis padres durmieron tranquilos, pues comprobaron que mis conocimientos sobre el mundo de la droga eran nulos.
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