Lo mejor de estar malo son los tebeos:
- Klezmer 1 y 2 (Joann Sfar). Llevo cantando alabanzas a Sfar casi desde que se creó este blog, por lo que si no os he convencido de su excelencia es que sois tercos como la proverbial mula. A los que sí les haya picado la curiosidad, os recomiendo muy fervientemente los tomos de Klezmer. Esta obra de Sfar se puede situar entre las de más alto nivel del historietista y contiene todos los elementos habituales en sus mejores obras: buena ambientación/documentación, humor, amor, sexo, historias sencillas pero muy bien contadas, diálogos naturales y personajes muy bien construidos y creíbles. En Klezmer, Sfar utiliza como estilo pictórico la tinta y la acuarela. Al igual que hizo en Pascin, parece que dibuja directamente a plumilla (sin utilizar lápiz) y luego colorea con acuarela, creando una sensación de dibujo poco trabajado o de boceto, pero potenciando el protagonismo del color y las sombras sobre el dibujo en sí, excepto en viñetas en las que el detalle es necesario. En cuanto a la historia, Klezmer nos cuenta las visicitudes de un grupo de músicos de klezmer (estilo de música tradicional hebrea que se baila en celebraciones judías) en la dureza de la Ukrania pre-revolución. En el primer tomo, titulado La conquista del Este, se nos van presentando los músicos según se van uniendo los unos a los otros. En el segundo tomo, Feliz anirversario, Scylla, la recién formada orquesta es contratada para ameneizar la fiesta de cumpleaños de una anciana dama de la jet-set de Odessa. Os recomiendo que os lo leáis con música klezmer de fondo. Cada tomo se complementa con una especie de ensayo o artículo del propio Sfar, casi tan interesante como el tebeo. En el primero trata de la música klezmer y en el segundo de la técnica de la acuarela en el comic. Mi nota: 4,5
- Concrete 5 y 6 (Paul Chadwick). También va siendo habitual que el nombre de Paul Chadwick vaya apareciendo por aquí según aparecen los tomos recopilatorios de su fabuloso Concrete. En el tomo 5, titulado Piensa como una montaña, el tema que prima es la defensa de la naturaleza. En él, Concrete, el escritor al que los extraterrestres cambiaron de cuerpo por uno pétreo, se une a una organización ecologista radical llamada ¡La Tierra Primero!, como miembro en las sombras y participa en diferentes actos de ecoterrorismo en contra de la tala de un bosque en Canadá. El debate interno del personaje está muy bien traído y es que es un tema muy peliagudo donde es difícil separar lo correcto de lo incorrecto... ¿hasta dónde es capaz de implicarse? El resto del tomo continúa con un tono ecológico, ya sea con el tema de la limpieza urbana o la defensa de parajes naturales como el Amazonas. Se nota que Chadwick disfrutó dibujando los bosques y selvas y sus pobladores. En el tomo 6, Una extraña armadura, se editá la miniserie de mismo título. En dicha miniserie Chadwick aprovechaba un guión destinado a una posible película sobre el personaje que al final no se hizo, para volver a contar el origen de concrete. A la historia original se le añaden elementos de acción más propios de Hollywood, hecho comprensible conociendo el destino original del guión. Es una pena que esta edición sea en blanco y negro, se pierden los bonitos colores de la edición original, aunque los grises que se les ha añadido quedan dabuti. Como complemento tenemos unas cuantas historietas cortas de diferentes procedencias; la que más me ha gustado de ellas es Busco el realismo, en la que el propio Chadwick se presenta a Concrete y le da todo lo que desea durante un breve periodo de tiempo, razonando que no puede darselo durante más tiempo porque la serie perdería todo su interés. Mi nota: 4
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