Las dos historias que componen este número de Hellblazer suponen el final de una etapa y el principio de otra dentro de la serie, una de mis favoritas del cómic USA, y un punto de inflexión para su guionista, Garth Ennis. Fueron editadas originalmente en 1993.
En la primera historia termina la saga en la que John Constantine ayuda a un ángel y una demonia a burlar al Cielo y el Infierno para poder continuar con su prohibido amor. Ennis recurrió a un argumento parecido para explicar el origen del protagonista de su serie más importante, Predicador. El dibujo de este número corre a cargo de William Simpson, que está en su línea de entonces, sin pasar de lo simplemente correcto. Afortunadamente, este artista mejoraría con el tiempo.
En la segunda historia Constantine descubre en una visita a la casa de su hermana que su sobrina ha estado tonteandocon lo sobrenatural, lo que no le hace nada de gracia pues conoce los sacrificios que eso significa. Éste es el primer número de la larga etapa que Steve Dillon dibujó los guiones de Ennis, casi veinte números mensuales con una sola interrupción. El dibujo de Dillon me gusta mucho, tiene una línea muy limpia con muchos detalles, lo que hace que las historias de Ennis sean aún más truculentas y crudas. Dillon fue además el dibujante de Predicador durante los 66 números de la serie.
Éste es, además, el último número de la serie que compro, ya que a partir de este punto fue cuando empezó a publicarla Norma hace 11 años, y ya tengo lo que sigue. Aún así, es una serie que sigo recomendando.
En la primera historia termina la saga en la que John Constantine ayuda a un ángel y una demonia a burlar al Cielo y el Infierno para poder continuar con su prohibido amor. Ennis recurrió a un argumento parecido para explicar el origen del protagonista de su serie más importante, Predicador. El dibujo de este número corre a cargo de William Simpson, que está en su línea de entonces, sin pasar de lo simplemente correcto. Afortunadamente, este artista mejoraría con el tiempo.
En la segunda historia Constantine descubre en una visita a la casa de su hermana que su sobrina ha estado tonteandocon lo sobrenatural, lo que no le hace nada de gracia pues conoce los sacrificios que eso significa. Éste es el primer número de la larga etapa que Steve Dillon dibujó los guiones de Ennis, casi veinte números mensuales con una sola interrupción. El dibujo de Dillon me gusta mucho, tiene una línea muy limpia con muchos detalles, lo que hace que las historias de Ennis sean aún más truculentas y crudas. Dillon fue además el dibujante de Predicador durante los 66 números de la serie.
Éste es, además, el último número de la serie que compro, ya que a partir de este punto fue cuando empezó a publicarla Norma hace 11 años, y ya tengo lo que sigue. Aún así, es una serie que sigo recomendando.
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