
Lo primero que llama la atención es el hecho de que Omaha y el resto de personajes son animales antropomorfizados, pero, a diferencia de los de Disney y similares, los cuerpos de estos animales tienen verdadera forma humana. Los personajes de Waller adoptan posturas de forma natural, su lenguaje corporal es rico y variado, muy expresivo, sobre todo en las escenas de sexo. Y es que en Omaha abundan las escenas de sexo explícito y detallado, cruzando muchas veces la frontera entre el erotismo y la pornografía, pero de una forma elegante y natural. Profundizando un poco más en el tebeo, enseguida te das cuenta de que el sexo sólo es una parte importante en la historia, pero hay mucho más detrás: drama, acción, intriga, relaciones humanas y romance se mezclan para crear un autentico culebrón, en el buen sentido de la palabra, que no da respiro al lector. Es una historia muy humana, con un claro toque femenino y feminista que lo hace diferente a casi cualquier otra. El dibujo es claramente deudor de Disney y el underground de los 60's (imposible no ver la influencia de El Gato Fritz de Crumb), pero con una limpieza de línea y un detallismo exquisito. Tanto los fondos como los personajes son tan realistas que pronto te olvidas que estás viendo perros, gatos y pájaros para asimilarlos como personas.
Astiberri ha publicado recientemente el primero de cuatro tomos recopilando la obra completa, edición que se hacía ya necesaria en nuestro país, ya que la anterior que hizo La Cúpula a principio de los 90's quedó inconclusa. Personalmente tenía un recuerdo muy grato de esos tebeos, ya que eran capaces entonces de ponerme palote en segundos y felizmente he podido comprobar que el efecto no ha disminuido con los años. Además ahora puedo disfrutar el resto de virtudes de la obra, que no son pocos, con más conocimiento de causa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario