Desde principios de los tiempos, Stan Lee ha sido un referente para la franquicia Eguren Zone. Podríamos decir que es nuestro faro en la noche, donde dirigimos nuestras miradas cada vez que tenemos que tomar una decisión importante en nuestras vidas. Por lo tanto, cuando vi este tomo en la estantería de Madrid Cómics, no pude hacer otra cosa que echarlo al carrito de la compra.
Como siempre hay despistados que no saben ni donde tienen su oreja izquierda, simplemente deciros que Stan Lee es el creador literario de la mayoría de los personajes clásicos del Universo Marvel. A principios de los 60's, junto a los dibujantes Kirby y Ditko, principalmente, creó a Spiderman, X-Men, los 4 Fantásticos, Hulk, Thor, Daredevil, Iron Man y tantos otros, dando lugar a lo que se conoce dentro del mundillo del cómic como la Edad de Plata. El gran éxito de estos cómics se logró gracias a la humanización de los superhéroes llevada a cabo por Lee, logrando que el lector se identificara con los personajes.
Desde siempre, Stan Lee ha dado muestras de un autobombo que no es ni normal, tanto en los correos de los cómics que él mismo respondía como en los propios cómics: se promocionaba sí mismo en los títulos de crédito, en los encabezados de la primera página de cada número (famoso es su Stan Lee presenta) e incluso empezó a ser frecuente su aparición como personaje de tebeo. Esto lo sigue haciendo, llegando a hacer cameos en las películas basadas en los personajes que creó. Toda esta exagerada autopromoción, por supuesto, tiene aire de parodia, una broma recurrente que le ha permitido convertirse en un icono inconfundible.
A finales del 2006 y principios del 2007, para celebrar sus sesenta años dentro de la industria del cómic, en Marvel publicaron cinco tebeos protagonizados por Stan y alguna de sus creaciones más queridas. La historia principal está guionizada por el propio Stan, dibujada por algún artista hot del momento y narra como resolvía alguna crisis de identidad de uno de sus personajes. Se complementa con dos historias: la primera, escrita y dibujada por autores de cierto renombre, homenajea a Stan de una forma casi seria; la segunda, son dos páginas escritas y dibujadas por autores humorísticos, da una visión más cachonda.
En el primero de estos tebeos, Spiderman busca consejo en Stan porque está pensando en acabar con su carrera de superhéroe, a lo que Stan se opone argumentando que es una fuente de ingresos para muchas personas. El dibujo es del francés Olivier Coipel, el que hizo House of M y ahora está en Thor... a mi me mola bastante. La siguiente es una historia de realidades alternativas muy curiosa, escrita por el televisivo Joss Whedon y dibujada por el estupendo Michael Gaydos. La tercera historia es una coña con algunos personajes poco populares del ya clásico Fred Hembeck.
En el segundo tebeo Stan visita al Doctor Extraño en su mansión para descubrir que el Maestro de las Artes Místicas ahora cobra hasta por respirar, debido a sus elevados gastos. Está dibujado por uno de mis artistas favoritos de cómics, Alan Davis. En la segunda historia el Hombre Imposible busca desesperadamente a Stan y flipa por lo mucho que ha cambiado últimamente el Universo Marvel. La escribe Brian Michael Bendis y la dibuja Mark Bagley, que a mi no me dice mucho. La historia de coña corre a cargo de Chris Giarruso, a quien no conocía hasta ahora y no está nada mal.
En el tercer tebeo Stan se ve envuelto en una bronca callejera entre La Cosa y la pandilla de la Calle Yancy. Los bocetos los hace el veterano Lee Weeks y los acabados Nelson deCastro, dando un aspecto muy resultón. La historia de complemento se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial y podemos ver a Stan como chupatintas del ejército americano y guionizando películas propagandísticas para la tropa. En esta historia conoce a tres de sus primeros personajes, de escaso éxito: Jack Frost, Padre Tiempo y El Destructor. El guión es del histórico Roy Thomas, pupilo en su momento de Lee, y el dibujo de Scott Kolins, el que menos me ha gustado de todo el tomo. La historia de cachondeo es de Johnny Ryan, el autor de la desternillante Juventud cabreada.
En el cuarto, Stan es secuestrado por el mismísimo Doctor Muerte porque está preocupado por tener una imagen pública tan deplorable. Los dibujos corren a cargo del valenciano Salvador Larroca, que se luce a base de bien con unos colores que le dan un aire muy europeo al tebeo. En la segunda historia también sale el monarca de Latveria, dudando si dejar de atacar a los 4 Fantásticos y otros héroes. El guión es del guinista de Jeph Loeb y el dibujo de Ed Macguinness, que adopta un estilo muy a lo Kirby que está dabuti. La historia de risa es de Tom Beland, no muy graciosa pero bastante personal.
En el quinto y último tebeo, Stan se abducido por Galactus para que trate con Estela Plateada, porque se ha vuelto un coñazo. El dibujo es de Mike Wieringo, que aprueba raspando. De complemento tenemos una bonita historia de Paul Jenkins, en la que el guionista británico se presenta a sí mismo como un niño al que Stan Lee le anima para que se dedique al cómic. Está magistralmente dibujada por Mark Buckingham, el artista habitual de Fábulas. La historia humorística corre a cargo de Jacob Chabot.
El tomo que acaba de publicar Panini en España recopila todas estas historias junto a sus portadas, que son recreaciones de cubiertas clásicas de los cómics Marvel recreadas para la ocasión por el artista de turno.
Como siempre hay despistados que no saben ni donde tienen su oreja izquierda, simplemente deciros que Stan Lee es el creador literario de la mayoría de los personajes clásicos del Universo Marvel. A principios de los 60's, junto a los dibujantes Kirby y Ditko, principalmente, creó a Spiderman, X-Men, los 4 Fantásticos, Hulk, Thor, Daredevil, Iron Man y tantos otros, dando lugar a lo que se conoce dentro del mundillo del cómic como la Edad de Plata. El gran éxito de estos cómics se logró gracias a la humanización de los superhéroes llevada a cabo por Lee, logrando que el lector se identificara con los personajes.
Desde siempre, Stan Lee ha dado muestras de un autobombo que no es ni normal, tanto en los correos de los cómics que él mismo respondía como en los propios cómics: se promocionaba sí mismo en los títulos de crédito, en los encabezados de la primera página de cada número (famoso es su Stan Lee presenta) e incluso empezó a ser frecuente su aparición como personaje de tebeo. Esto lo sigue haciendo, llegando a hacer cameos en las películas basadas en los personajes que creó. Toda esta exagerada autopromoción, por supuesto, tiene aire de parodia, una broma recurrente que le ha permitido convertirse en un icono inconfundible.
A finales del 2006 y principios del 2007, para celebrar sus sesenta años dentro de la industria del cómic, en Marvel publicaron cinco tebeos protagonizados por Stan y alguna de sus creaciones más queridas. La historia principal está guionizada por el propio Stan, dibujada por algún artista hot del momento y narra como resolvía alguna crisis de identidad de uno de sus personajes. Se complementa con dos historias: la primera, escrita y dibujada por autores de cierto renombre, homenajea a Stan de una forma casi seria; la segunda, son dos páginas escritas y dibujadas por autores humorísticos, da una visión más cachonda.
En el primero de estos tebeos, Spiderman busca consejo en Stan porque está pensando en acabar con su carrera de superhéroe, a lo que Stan se opone argumentando que es una fuente de ingresos para muchas personas. El dibujo es del francés Olivier Coipel, el que hizo House of M y ahora está en Thor... a mi me mola bastante. La siguiente es una historia de realidades alternativas muy curiosa, escrita por el televisivo Joss Whedon y dibujada por el estupendo Michael Gaydos. La tercera historia es una coña con algunos personajes poco populares del ya clásico Fred Hembeck.
En el segundo tebeo Stan visita al Doctor Extraño en su mansión para descubrir que el Maestro de las Artes Místicas ahora cobra hasta por respirar, debido a sus elevados gastos. Está dibujado por uno de mis artistas favoritos de cómics, Alan Davis. En la segunda historia el Hombre Imposible busca desesperadamente a Stan y flipa por lo mucho que ha cambiado últimamente el Universo Marvel. La escribe Brian Michael Bendis y la dibuja Mark Bagley, que a mi no me dice mucho. La historia de coña corre a cargo de Chris Giarruso, a quien no conocía hasta ahora y no está nada mal.
En el tercer tebeo Stan se ve envuelto en una bronca callejera entre La Cosa y la pandilla de la Calle Yancy. Los bocetos los hace el veterano Lee Weeks y los acabados Nelson deCastro, dando un aspecto muy resultón. La historia de complemento se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial y podemos ver a Stan como chupatintas del ejército americano y guionizando películas propagandísticas para la tropa. En esta historia conoce a tres de sus primeros personajes, de escaso éxito: Jack Frost, Padre Tiempo y El Destructor. El guión es del histórico Roy Thomas, pupilo en su momento de Lee, y el dibujo de Scott Kolins, el que menos me ha gustado de todo el tomo. La historia de cachondeo es de Johnny Ryan, el autor de la desternillante Juventud cabreada.
En el cuarto, Stan es secuestrado por el mismísimo Doctor Muerte porque está preocupado por tener una imagen pública tan deplorable. Los dibujos corren a cargo del valenciano Salvador Larroca, que se luce a base de bien con unos colores que le dan un aire muy europeo al tebeo. En la segunda historia también sale el monarca de Latveria, dudando si dejar de atacar a los 4 Fantásticos y otros héroes. El guión es del guinista de Jeph Loeb y el dibujo de Ed Macguinness, que adopta un estilo muy a lo Kirby que está dabuti. La historia de risa es de Tom Beland, no muy graciosa pero bastante personal.
En el quinto y último tebeo, Stan se abducido por Galactus para que trate con Estela Plateada, porque se ha vuelto un coñazo. El dibujo es de Mike Wieringo, que aprueba raspando. De complemento tenemos una bonita historia de Paul Jenkins, en la que el guionista británico se presenta a sí mismo como un niño al que Stan Lee le anima para que se dedique al cómic. Está magistralmente dibujada por Mark Buckingham, el artista habitual de Fábulas. La historia humorística corre a cargo de Jacob Chabot.
El tomo que acaba de publicar Panini en España recopila todas estas historias junto a sus portadas, que son recreaciones de cubiertas clásicas de los cómics Marvel recreadas para la ocasión por el artista de turno.
1 comentario:
Me lo compro!!!!!
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